El celular se ha
convertido en un objeto imprescindible e inseparable de una gran parte de la
población mundial. Con la nueva tecnología, el teléfono ahora no solo sirve
para mantenernos comunicados con familiares amigos, y colegas, también es un
medio por el cual trabajamos, nos informamos, compramos, pagamos y hasta nos
enamoramos a través del acceso del internet.
El cómo nos afecta el uso del celular en las noches, se ha convertido en un tema de interés para médicos, psicólogos y siquiatras actualmente. El problema está, en que como toda actividad que desarrollamos durante el día, es necesario también tener un horario establecido para dejar a un lado este aparato y dedicarnos al entorno familiar, disfrutar de la comida o de un buen libro, bañarnos, conversar con otros sin interrupciones, y por supuesto para dormir.
En este sentido, varios estudios han recomendado apagar el móvil unas horas antes de dormir, y recomiendan apagarlo antes de las 10pm.
Los expertos que han experimentado con
este fenómeno, desaprueban llevarlo consigo dentro de nuestras camas justo
antes de cerrar los ojos para conciliar el sueño, ya que tiende a interrumpir
la señal de relajación de nuestro cerebro al resto de nuestro cuerpo. Cuando
vamos acostarnos para finalmente descansar de nuestra jornada diaria, debemos
estar relajados, si es posible lejos de la tecnología, los ruidos y las luces.
En cuanto a nuestro cerebro, al sentir luces deja de producir suficiente melatonina para indicarle al cerebro que es hora de descansar.
Por lo tanto, el móvil encendido interrumpe el sueño ya que, en primer lugar, el ruido o la vibración que podemos percibir de las notificaciones durante la noche causan alerta y pueden despertarnos en medio de la noche.
En segundo lugar, además su pantalla emite una luz que
activa la retina ocular, lo que no permite que el cerebro se relaje para que
experimente somnolencia, al contrario, mientras permanecemos frente a la
pantalla de nuestro celular, tendremos dificultades para quedarnos dormidos en
horas apropiadas.
Desde esta perspectiva, todos sabemos que el internet nos atrapa casi hipnóticamente con tanta información, sobre todo las redes sociales, y aunque nos guste estar al día con todo, debemos respetar nuestro momento de dormir, ya que esta es una función que si no la realizamos con regularidad y por un mínimo de horas diarias, corremos el riesgo de:
· Falta de concentración en cualquier
actividad durante el día
·
Altos niveles de estrés
·
Desequilibrio del ritmo cardíaco
·
Irritabilidad
·
Depresión
·
Adquirir sobre peso
Entre otros, como la perdida de memoria y acumulacion de toxinas en el cerebro.