LONDRES. (BBC Mundo). Dos analgésicos comunes, el ibuprofeno y diclofenac, pueden aumentar levemente el riesgo de tener problemas cardíacos si se toman en grandes dosis y durante mucho tiempo, según datos revelados.
Las personas con artritis severa toman con regularidad estos medicamentos, que calman la inflamación, para llevar el día a día.
Los investigadores explicaron que algunos pacientes podían considerar el riesgo aceptable, pero se les debería dar la opción de escoger.
El estudio, publicado en la revista Lancet, demostró que el consumo diario de estos fármacos suponen un riesgo mucho mayor en fumadores y personas con sobre peso.
Esta no es la primera vez que se advierte al respecto, pero un equipo de la Universidad de Oxford analizó el asunto con un detalle sin precedentes a fin de ayudar a los pacientes a tomar decisiones con basamento.
El grupo investigó más de 353.000 historiales de pacientes de 639 juicios clínicos diferentes para determinar el impacto de medicamentos sin esteroides ni antinflamatorios.
Los expertos se fijaron en las altas dosis de las prescripciones -no en los analgésicos que se pueden comprar sin receta- de 150mg de diclofenac y 2.400mg de ibuprofeno al día.
Descubrieron que al año, por cada 1.000 personas consumidoras de estas medicinas hay tres ataques al corazón adicionales, cuatro casos más de fallas cardíacas y una muerte, así como casos de sangramiento del estómago, como resultado de la ingesta de altas dosis de los analgésicos.
Esto quiere decir que el número de infartos aumentaría de ocho por cada 1.000 personas al año a 11 por cada 1.000 personas con estas drogas.
Los riesgos son para las personas que toman grandes dosis de analgésicos y a diario.
"Tres (más) por cada mil al año suena como si fuera un riesgo muy bajo, pero eso es algo que tienen que juzgar los pacientes", explicó el jefe del estudio Colin Baigent.
"Así que si eres un paciente y te sientas a discutirlo con tu médico, tu eres que debería hacer un juicio sobre si el riesgo de tres por cada mil vale la pena para seguir con el día a día", agregó.
El especialista dijo que esto no debería preocupar a la gente que toma durante un tiempo corto estos medicamentos para, por ejemplo, paliar dolores de cabeza.
No obstante, advirtió que aquellos que ya corren el riesgo de desarrollar problemas cardíacos estarían expuestos a un riesgo mucho mayor como resultado de altas dosis de los analgésicos.
La hipertensión, el colesterol y fumar aumentan el riesgo de fallos en el corazón.
"A mayor riesgo de enfermedades cardíacas, mayor es tu riesgo de tener complicaciones. Aproximadamente, si tienes el doble de riesgo, entonces tendrás el doble de probabilidad de tener un infarto", señaló Baigent.
El especialista considera que los pacientes deberían tomar medidas para reducir los riesgos, como tomar estatinas, que sirven para reducir el colesterol.
Un medicamento parecido, cuyo genérico es rofecoxib, fue retirado de forma voluntaria del mercado por sus fabricantes en 2004 después de que surgieran preocupaciones similares.
Según el estudio, un tercer fármaco, naproxen, tuvo menos riesgos de complicaciones. Este medicamento tiene un papel muy parecido al de la aspirina, evitando que la sangre se coagule, lo que disminuye las probabilidades de un sangramiento en el estómago.
Por su parte, el profesor Alan Silman, director médico de Arthritis Research Uk, dijo que estos analgésicos eran un "salvavidas" para millones de personas con artritis pues son "extremadamente efectivos en aliviar el dolor".
No obstante, Silman agregó que debido al sus potenciales efectos secundarios, "en particular el aumento de riesgo a complicaciones cardiovasculares, que se sabe durante mucho tiempo, existe una necesidad urgente de encontrar alternativas que sean tan efectivas, pero más seguras".
Mientras que Donald Singer, miembro de la Sociedad de Farmacología Británica, dijo que "el estudio subraya un tema clave para pacientes y personal médico: los fármacos poderosos pueden tener efectos secundarios serios".
"Por eso es importante para los que prescriben tener en cuenta estos riesgos y asegurar que los pacientes estén bien informados sobre los medicamentos que están tomando", concluyó.