Nuestro cuerpo y nuestra mente, si bien se suelen concebir como unidades
separadas son, a fin de cuentas, parte de una misma entidad, por lo que lo que sea que suceda en uno afectará al
otro y viceversa. Muchas veces este nexo se subestima, pero lo cierto es
que tiene mucha importancia para desarrollarnos felizmente en el día a día. En
este sentido, mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico son pilares
básicos para propiciar un sentimiento de bienestar duradero. Sin embargo, para los días difíciles en los que
sentimos que nada podría hacernos sentir mejor, la química neurológica tiene buenas noticias para nosotros. No es
necesario que nos llenemos de píldoras calmantes, somníferos o
antidepresivos. El consumo de los alimentos correctos puede hacer el
trabajo de todas estas medicinas, y aún más.
Un aliado para mantener la sonrisa
Si bien existen antidepresivos y otros compuestos que modifican la
neuroquímica del cerebro, estos son de
administración delicada y por lo general conllevan fuertes efectos secundarios. Si se quiere un empujón
químico para sentirse mejor es preferible recurrir a alimentos que contengan altos niveles de serotonina o que liberen
endorfinas. Estas son hormonas presentes naturalmente en el cuerpo que
están asociadas a la sensación de
bienestar. Es por ello que si el día parece que no tendrá fin y queremos
sacarnos una sonrisa estas comidas contribuirán con nosotros. Más adelante
explicaremos con mayor detalle cuáles son estos alimentos.
Las comidas más felices para los momentos más dolorosos
Cuando se está en situaciones de dolor emocional, lo mejor que se puede
hacer es pausar la dieta (si estamos haciendo una). Estas coyunturas implican
también un desgaste mental y cierto grado de cansancio físico, por lo que no
hay problema en incrementar los azúcares
y grasas temporalmente con el fin de sentirse mejor a nivel emocional. Nuestro
bienestar espiritual está por encima de
adaptar el cuerpo a los estándares de belleza. Pero por supuesto, esto
aplica únicamente a situaciones en las que realmente sentimos que no damos para
más por nuestra cuenta. No es un incentivo para caer en malos hábitos
alimenticios cada vez que estamos sometidos a cierta presión o estrés.
El gran ganador de los alimentos con efectos agradables es el chocolate. Este detona en el cerebro
un cóctel químico de hormonas
placenteras, tanto por su composición química como por su agradable sabor e
irresistible olor. El plátano, la piña y el aguacate también contienen aminoácidos que propician la liberación
de serotonina. Los frutos secos como el
maní, las pasas, el merey y el pistacho contienen igualmente ácidos grasos,
asociados a un buen desempeño de los neurotransmisores asociados al placer. Si
nos sentimos en un gran bache emocional, lo mejor que podemos hacer es darnos
una cuantiosa merienda terapéutica a base de estos alimentos. Una taza o un
pequeño tazón de frutos secos será suficiente, del mismo modo podríamos
consumir una tableta de chocolate con leche o beber una taza de chocolate
caliente. Una ensalada con aguacate para la cena también surtirá un excelente
efecto. Y podemos decir temporalmente “al diablo con la dieta”. Porque la vida es demasiado corta para
estar triste.